👑FESTIVIDAD DE CRISTO REY.💗
ÚLTIMO DOMINGO DEL AÑO LITÚRGICO.
"La Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo".
Fue el papa Pío XI quien, el 11 de
diciembre de 1925, instituyó esta solemnidad para cerrar el tiempo ordinario
del calendario litúrgico. El objetivo de esta fiesta es recordar la soberanía
universal de Jesucristo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra,
de la Iglesia y de nuestras almas.
Este es el último domingo del calendario litúrgico, como la última noche del año y después comienza un tiempo nuevo: el Adviento, el principio de otro calendario, como cuando cambiamos de año; por eso celebramos esta fiesta con mucha solemnidad y ahora vamos a ver su significado.
Si escuchamos el evangelio de hoy ( Mt. 25, 31-46 ) entendemos que habrá un juicio final.
La Iglesia celebra a Cristo Rey del Universo, Dios , se presenta como el último juez de nuestra vida. Jesucristo toma el rostro de todos los que sufren, los marginados, sedientos, prisioneros, extranjeros, los enfermos, los pobres, los que no queremos a nuestro lado, en definitiva, lo que hagamos a estos será considerado como si se lo hiciéramos a Jesús mismo.
" La iglesia de Dios servidora de los pobres."
"Esta es la imagen de Cristo que ha querido quedarse con los pobres, y el que no tenía donde reclinar la cabeza "Jesucristo" la reclina en los pobres, la reclina en la cruz, este es Cristo Rey, la fiesta que celebramos hoy".
Por eso, es muy importante ver como toda la liturgia de todo el año acaba con esta fiesta.
Además tiene un valor de síntesis y plenitud, todo leído a la luz de la Resurrección de Cristo, así Jesucristo es presentado como Rey y como Pastor, por eso él separará como dice el evangelio el trigo de la cizaña ( a la izquierda, la oscuridad, el llanto, el rechinar de dientes y a su derecha donde esta Cristo).
El objeto del Juicio de las naciones solo será por la CARIDAD, por el AMOR, la plenitud de la Ley.
Que podamos considerar a Cristo como Rey que me libera de vivir para mí y me hace poder vivir para los demás, para el pobre, cuando es desgraciado y no me puede devolver el bien que le hago, ese es Cristo, el que quiere reinar en el corazón de cada uno de nosotros.
Podemos pedirle a Jesús que nos ayude a ponerle como Rey en nuestra vida y Él nos ayudará y seremos inmensamente felices porque Él nos lo ha dicho.